1/01/2021

UN NUEVO AÑO HA INICIADO


DEDICADO A LOS QUE YA NO ESTAN CON NOSOTROS

Y es que es cierto, el año recién pasado (2020), estuvo lleno de sinsabores, cargado de pánico, e incertidumbre, porque no sabíamos si sería nuestra última oportunidad para llegar bien y con salud al día siguiente, a la semana siguiente, o el mes siguiente, ya que la mayoría de personas, no lograron terminar el año, ya sea por esta Pandemia, o porque el sistema de salud pública no está funcionando al 100%.
Tuvimos que aprender a convivir con nosotros mismos, con nuestras propias sombras y de paso compartir con esas personas desconocidas que se hacen llamar "familia".
Creímos que el tiempo estaría siempre de nuestro lado, pero en esta ocasión no fue así, no estábamos preparados para adaptarnos a la nueva realidad que fue anunciada con anticipación, pero nunca esperada a una escala mundial, quizá porque nos creíamos dueños del mundo, seres mortales jugando a ser dioses, pero no es así, porque nada nos pertenece, ni la propia vida, la cual muchas personas la perdieron, incluidos familiares, amigos y conocidos, lo que nos hizo reflexionar y tomar conciencia de que esto no era un juego.
La paranoia atacó por igual a todos los estratos sociales, aunque a los pobres y marginados, se les hicieron más grandes los problemas existentes en cuanto a recibir atención a sus necesidades primarias como: alimentación, salud y educación, está última más que nunca abrió una brecha digital, que dificultó poder continuar con los estudios a los que por varios motivos no tienen acceso a internet ni una computadora de segunda para ese fin, porque ahora los estudios son en línea.
En los trabajos fue demasiada la presión, lo mismo en los estudios, que muchos resultaron con problemas de salud por el estrés que manejaban, y eso que la modalidad desde casa, aparentemente es más relajada.
Lo positivo de todo esto fue que la Madre Tierra tuvo un respiro, una oportunidad que muchas especies animales aprovecharon para poder caminar libremente y a sus anchas en calles, y plazas, de las grandes urbes.
El aire estaba más limpio, el cielo tenía otro color, y se veía más claro, las aves revoloteaban y cantaban alegremente, sus sonidos eran más perceptibles, como una sinfonía, así como el de los animales nocturnos, algo que teníamos tiempo de no escuchar claramente en muchos años.
Algo más que puedo decir es que lo positivo para mi en el año que pasó fue que tuve la oportunidad de compartir con mi hijo, de hacernos más amigos, de aprender juntos lo que yo estudiaba para la Carrera y reaprender lo que le enseñaban a él en las clases virtuales.
Recordemos evitar culpar al año por las desgracias sucedidas, ni nos centremos en lo malo, debemos sacar una o varias lecciones de vida, a las experiencias vividas anteriormente, miremos lo positivo y negativo de lo que aprendimos, pero desechemos aquello que no nos sirve para nada y quedémonos con lo que nos hace crecer como personas.
En esta ocasión, edité unos saludos en vídeo, en el cual mis amigos, artistas guatemaltecos de diversas áreas, envían un mensaje de esperanza para todos ustedes fieles lectores de este blog, al cuál espero continuar agregando interesantes historias, y relatos con mis experiencias personales y otras curiosidades. 
Mis mejores deseos para este nuevo año son:

Qué la paz reine en su hogar, y que la felicidad sea algo difícil de borrar.
Que sus sueños y proyectos logren con éxito culminar y que la esperanza nunca, nunca  se pierda ni se vaya a acabar. 

Atentamente: 
     María Antonieta Fausto Gordillo







                

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